Elena Rodríguez
Todas en algún momento hemos vuelto a comprar un producto que nos gustó y llegó ese inevitable momento: se terminó. ¿Qué pasa cuando compras porque lo NECESITAS?
¿Alguna vez te has puesto a analizar tus palabras? ¿Te has dado cuenta del uso del verbo NECESITAR? Una cosa es el gusto de volver a comprar un producto cosmético porque se terminó y otro muy diferente es el necesitar porque es lo novedoso o lo de hoy.
¿Por qué crees que esto sucede? Con la brecha tecnológica, la información, las imágenes, la apertura del mercado en el sector cosmético y su continuo desarrollo en nuestro país, tenemos acceso a más información y, claramente, a más productos de diferentes marcas; además encontramos por doquier que el MARKETING es la principal herramienta que utilizan los mercadólogos para llegarnos a nosotras las consumidoras con los maravillosos empaques, colores únicos, ediciones especiales, objetos de colección, etcétera.
No todas tenemos un arsenal de maquillaje pero las que sí, ¿por qué? Es comprensible que una maquilista tenga 'cerros' de maquillaje pero una chica como tú y yo ¿por qué comenzamos a acumular maquillaje? ¿es un gusto, una necesidad o una necedad?
Ocurre que cuando estamos entre amigas siempre bromeamos diciendo que somos 'adictas' y que deberíamos abrir el AA de los cosméticos, todas nos hemos llamado, alguna vez, makeupholicas.
Les contaré una pequeña anécdota: a mi me pasa que siempre que platico con amig@s me dicen "Es que NECESITO ese nuevo labial"; el día que yo me di cuenta del empleo del verbo necesitar me dije "algo anda mal ahí". Otras personas me han comentado acerca del hecho de llenar vacíos, el como las cosas materiales llenan vacíos y si es cierto. Una compra puede hacerte feliz, momentaneamente, pero no es la solución a los problemas que TOD@S tenemos.
Si a mi me preguntan ¿Y tú por qué compras cosméticos? Yo con honestidad les respondería que porque puedo y me gusta, ¿lo 'necesito' todo? NO. Lo básico sí, lo demás no, hay que ponernos límites y no para acabar con la necesidad pero sí con la necedad, vamos a aceptar un hecho imprescedente, no todo lo que tenemos lo necesitamos.
Yo sé que es mucho cacareo pero sí se puede, TENEMOS QUE comenzar a darnos cuenta de que esa necedad de tener algo porque después ya no estará no lo necesitemos porque puede que esté ahí arrumbado en un cajón mucho tiempo corriendo el riesgo de caducar, además así ahorramos dinero.
Les propongo que sigamos con este maravilloso gusto por el maquillaje, necesitando lo necesario pero no siendo necias al respecto.
Espero que hayan disfrutado el breve uso de palabrerías en esta entrada y aprovecho para agradecerle a Gabby por brindarme el espacio para hacerlo.
Les mando millones de besos.
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